¿Te suena el nombre de “Pavlov”?
En caso de que no sea así, aquí tienes un resumen. Ivan Pavlov fue un investigador ruso de principios del siglo XX que se hizo famoso por su laboratorio lleno de perros. Un día descubrió que, a la hora de comer, los perros salivaban, no solo cuando veían su comida, sino cuando oían los primeros pasos de sus cuidadores.
Este descubrimiento fascinó a Pavlov, así que empezó a experimentar. Según la versión popular de la historia, Pavlov empezó a hacer sonar una campana cada vez que daba de comer a los perros y, efectivamente, pronto empezaron a salivar cada vez que oían la campana.
Desde aquellos famosos experimentos ganadores del Premio Nobel, la respuesta “pavloviana” -o “condicionamiento”- se ha convertido en la base de muchas teorías psicológicas, por no hablar de una referencia habitual de la cultura pop (como la serie “The Office”).
En esencia, lo que Pavlov descubrió es que nuestros cerebros pueden formar asociaciones subconscientes entre las cosas, incluso si esas cosas pueden parecer no relacionadas. Y una vez formadas esas asociaciones, pueden producir poderosas respuestas psicológicas, emocionales y fisiológicas.
¿Y qué tiene que ver todo esto con la pornografía?
La ciencia de la psicología del comportamiento ha recorrido un largo camino desde el descubrimiento de Pavlov. Hoy en día entendemos mucho más sobre las asociaciones que puede crear nuestro cerebro, y algunos investigadores han teorizado que ciertos tipos de condicionamiento “pavloviano” podrían ayudar a explicar dos de los grandes misterios de las adicciones y los comportamientos compulsivos: 1) ¿Por qué la gente sigue practicando estos comportamientos, incluso cuando éstos no les aportan más que vacío o sufrimiento?
Y 2) ¿por qué es tan fácil recaer en estos comportamientos, a veces incluso años después de que la persona haya dejado de hacerlo?
¿La pornografía puede crear adicción?
Ahora, antes de continuar, hablemos sobre el elefante en la habitación: la adicción a la pornografía.
Para empezar, queremos dejar claro que no todos los que consumen pornografía son “adictos”. De hecho, los expertos han señalado que, aunque algunos individuos pueden volverse adictos a la pornografía, la mayoría de los consumidores de pornografía no son adictos.Willoughby, B. J., Young-Petersen, B., & Leonhardt, N. D. (2018). Exploring Trajectories of Pornography Use Through Adolescence and Emerging Adulthood. Journal of sex research, 55(3), 297–309. https://doi.org/10.1080/00224499.2017.1368977Copiar Aunque este artículo se centra en la ciencia que hay detrás de la adicción a la pornografía, hay que tener en cuenta que muchos de los efectos negativos del consumo de pornografía pueden seguir afectando a los consumidores, independientemente de que sus hábitos se califiquen como adicciones diagnosticables o no.
Entonces, ¿qué califica a algo como una adicción? Según la Sociedad Americana de Medicina de la Adicción, la adicción se define como “una enfermedad médica crónica y tratable que implica complejas interacciones entre los circuitos cerebrales, la genética, el entorno y las experiencias vitales del individuo”. Las personas con adicción consumen sustancias o tienen comportamientos que se vuelven compulsivos y a menudo continúan a pesar de las consecuencias perjudiciales”.American Society of Addiction Medicine. (September 15, 2019). Definition of addiction. Retrieved from https://www.asam.org/Quality-Science/definition-of-addictionCopiar Como coinciden muchos expertos, el consumo de pornografía es un comportamiento que puede, de hecho, calificarse como adicción en casos graves.Love, T., Laier, C., Brand, M., Hatch, L., & Hajela, R. (2015). Neuroscience of Internet Pornography Addiction: A Review and Update. Behavioral sciences (Basel, Switzerland), 5(3), 388–433. https://doi.org/10.3390/bs5030388Copiar Stark R., Klucken T. (2017) Neuroscientific Approaches to (Online) Pornography Addiction. In: Montag C., Reuter M. (eds) Internet Addiction. Studies in Neuroscience, Psychology and Behavioral Economics. Springer, Cham. https://doi.org/10.1007/978-3-319-46276-9_7Copiar De Sousa, A., & Lodha, P. (2017). Neurobiology of Pornography Addiction - A clinical review. Telangana Journal of Psychiatry, 3(2), 66-70. doi:10.18231/2455-8559.2017.0016Copiar
Debido a que gran parte de la adicción ocurre neurológicamente, algunos expertos han determinado cuatro cambios cerebrales principales comunes en los cerebros adictos: sensibilización, desensibilización, hipofrontalidad, y un mal funcionamiento del sistema de estrés.Volkow, N. D., Koob, G. F., & McLellan, A. T. (2016). Neurobiologic advances from the brain disease model of addiction. N Engl J Med, 374(4), 363-371. doi:10.1056/NEJMra1511480Copiar Advertencia de spoiler: la investigación confirma que cada uno de estos cambios cerebrales puede encontrarse en casos de consumo de pornografía. Mechelmans, D. J., Irvine, M., Banca, P., Porter, L., Mitchell, S., Mole, T. B., Lapa, T. R., Harrison, N. A., Potenza, M. N., & Voon, V. (2014). Enhanced attentional bias towards sexually explicit cues in individuals with and without compulsive sexual behaviours. PloS one, 9(8), e105476. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0105476Copiar Kühn, S., & Gallinat, J. (2014). Brain structure and functional connectivity associated with pornography consumption: The brain on porn. JAMA Psychiatry, 71(7), 827-834. doi:10.1001/jamapsychiatry.2014.93Copiar Negash, S., Sheppard, N. V., Lambert, N. M., & Fincham, F. D. (2016). Trading Later Rewards for Current Pleasure: Pornography Consumption and Delay Discounting. Journal of sex research, 53(6), 689–700. https://doi.org/10.1080/00224499.2015.1025123Copiar Jokinen, J., Flanagan, J., Chatzittofis, A., Öberg, K., & Arver, S. (2019). High Plasma Oxytocin Levels in Men With Hypersexual Disorder. Neuropsychopharmacology, 44, 114–114. Retrieved from http://umu.diva-portal.org/smash/record.jsf?pid=diva2%3A1420877&dswid=-9382Copiar
Aunque cada uno de estos cambios cerebrales se discute ampliamente a lo largo de nuestra serie Conoce los hechos, este artículo se centra principalmente en la sensibilización y su presencia en el consumo problemático de pornografía.
¿Qué es la sensibilización?
Según una de las teorías sobre las raíces de la adicción -la teoría de la “sensibilización del incentivo”-, la repetición de conductas adictivas puede crear poderosos recuerdos y asociaciones entre la sustancia o la conducta y las cosas que la rodean.Berridge, K. C., & Robinson, T. E. (2016). Liking, wanting, and the incentive-sensitization theory of addiction. The American psychologist, 71(8), 670–679. https://doi.org/10.1037/amp0000059Copiar
Debido a esas poderosas asociaciones, ciertos indicios pueden generar intensas respuestas psicológicas o ansias que pueden hacer que el adicto vuelva a la sustancia o a la conducta. En una conversación cotidiana, a veces nos referimos a la sensibilización como sentirse “detonado”. Por ejemplo, un ex fumador puede decir con total sinceridad: “Odio los cigarros. Los cigarros arruinaron mi salud. Espero no volver a ver un cigarro en mi vida”. Y, sin embargo, si experimentan ciertos “indicadores” -el olor a tabaco, el lugar donde solían fumar o incluso solo un momento determinado del día- pueden experimentar impulsos repentinos, que pueden ser increíblemente difíciles de resistir.
Estas conexiones a veces pueden durar años, incluso después de dejar de fumar. Este mismo proceso de sensibilización puede ocurrir con la pornografía. De hecho, decenas de estudios han demostrado el papel de la sensibilización en el consumo problemático de pornografía, incluyendo una serie de estudios que también ilustran la similitud entre la adicción a sustancias y el consumo compulsivo de pornografía.Voon, V., Mole, T. B., Banca, P., Porter, L., Morris, L., Mitchell, S., Lapa, T. R., Karr, J., Harrison, N. A., Potenza, M. N., & Irvine, M. (2014). Neural correlates of sexual cue reactivity in individuals with and without compulsive sexual behaviours. PloS one, 9(7), e102419. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0102419Copiar Snagowski, J., Wegmann, E., Pekal, J., Laier, C., & Brand, M. (2015). Implicit associations in cybersex addiction: Adaption of an Implicit Association Test with pornographic pictures. Addictive behaviors, 49, 7–12. https://doi.org/10.1016/j.addbeh.2015.05.009Copiar Gola, M., Wordecha, M., Sescousse, G., Lew-Starowicz, M., Kossowski, B., Wypych, M., Makeig, S., Potenza, M. N., & Marchewka, A. (2017). Can Pornography be Addictive? An fMRI Study of Men Seeking Treatment for Problematic Pornography Use. Neuropsychopharmacology : official publication of the American College of Neuropsychopharmacology, 42(10), 2021–2031. https://doi.org/10.1038/npp.2017.78Copiar Snagowski, J., & Brand, M. (2015). Symptoms of cybersex addiction can be linked to both approaching and avoiding pornographic stimuli: results from an analog sample of regular cybersex users. Frontiers in psychology, 6, 653. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2015.00653Copiar Laier, C., Pawlikowski, M., Pekal, J., Schulte, F. P., & Brand, M. (2013). Cybersex addiction: Experienced sexual arousal when watching pornography and not real-life sexual contacts makes the difference. Journal of behavioral addictions, 2(2), 100–107. https://doi.org/10.1556/JBA.2.2013.002Copiar Laier, C., Pekal, J., & Brand, M. (2014). Cybersex addiction in heterosexual female users of internet pornography can be explained by gratification hypothesis. Cyberpsychology, behavior and social networking, 17(8), 505–511. https://doi.org/10.1089/cyber.2013.0396Copiar Snagowski, J., Laier, C., Duka, T., & Brand, M. (2016). Subjective craving for pornography and associative learning predict tendencies towards cybersex addiction in a sample of regular cybersex users.23(4), 342-360. doi:10.1080/10720162.2016.1151390Copiar
Uno de los aspectos más interesantes de la sensibilización es la distinción que establece entre la gran y poderosa parte del “deseo” de nuestro cerebro y la parte relativamente pequeña del “gusto”. En el caso de la pornografía, por ejemplo, el uso repetido puede hacer que la parte del “gusto” de nuestro cerebro se insensibilice a los efectos de la pornografía (ver nuestro artículo sobre la desensibilización) incluso cuando las conexiones que se forman por la parte del “deseo” de nuestro cerebro se afianzan cada vez más.
Así, por ejemplo, una persona que mira continuamente pornografía cuando se siente sola o aburrida, puede descubrir que la soledad o el aburrimiento desencadenan un intenso deseo de ver pornografía, incluso cuando la misma pornografía provoca cada vez menos placer.
En combinación con otros cambios cerebrales inherentes a la adicción, la sensibilización puede hacer que sea increíblemente difícil dejar la pornografía.
La buena noticia, sin embargo, es que el cambio es absolutamente posible. Las investigaciones y las experiencias de miles de personas han demostrado que, con el tiempo, los efectos negativos de la pornografía pueden controlarse y revertirse en gran medida.Young K. S. (2013). Treatment outcomes using CBT-IA with Internet-addicted patients. Journal of behavioral addictions, 2(4), 209–215. https://doi.org/10.1556/JBA.2.2013.4.3Copiar Nathanson, A. (2021). Psychotherapy with young people addicted to internet pornography. Psychoanal.Study Child, 74(1), 160-173. doi:10.1080/00797308.2020.1859286Copiar
De hecho, incluso en los casos de adicciones graves a sustancias y otras adicciones, las investigaciones demuestran que el cerebro puede curarse con el tiempo si se realiza un esfuerzo sostenido.Pfefferbaum, A., Rosenbloom, M. J., Chu, W., Sassoon, S. A., Rohlfing, T., Pohl, K. M., Zahr, N. M., & Sullivan, E. V. (2014). White matter microstructural recovery with abstinence and decline with relapse in alcohol dependence interacts with normal ageing: a controlled longitudinal DTI study. The lancet. Psychiatry, 1(3), 202–212. https://doi.org/10.1016/S2215-0366(14)70301-3Copiar Yau, Y. H., & Potenza, M. N. (2015). Gambling disorder and other behavioral addictions: recognition and treatment. Harvard review of psychiatry, 23(2), 134–146. https://doi.org/10.1097/HRP.0000000000000051Copiar Rullmann, M., Preusser, S., Poppitz, S., Heba, S., Gousias, K., Hoyer, J., Schütz, T., Dietrich, A., Müller, K., Hankir, M. K., & Pleger, B. (2019). Adiposity Related Brain Plasticity Induced by Bariatric Surgery. Frontiers in human neuroscience, 13, 290. https://doi.org/10.3389/fnhum.2019.00290Copiar Las investigaciones también indican que, mientras que la culpa puede motivar un cambio saludable, la vergüenza en realidad alimenta los hábitos problemáticos de la pornografía.Gilliland, R., South, M., Carpenter, B. N., & Hardy, S. A. (2011). The roles of shame and guilt in hypersexual behavior.18(1), 12-29. doi:10.1080/10720162.2011.551182Copiar Así que si estás intentando dejar la pornografía, sé amable contigo mismo y ten paciencia con tu progreso.
Como en todo, el cerebro tarda en recuperarse, pero los esfuerzos diarios marcan una gran diferencia a largo plazo. Piensa en ello como en un músculo que se hace más grande y fuerte cuanto más lo usas: cuanto más tiempo te mantengas alejado de la pornografía, más fácil te resultará hacerlo. Todo lo que se necesita es práctica.
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Si tú, o alguien que conoces, quiere dejar de consumir pornografía, ¡debes saber que no estás solo y que hay esperanza! Para algunas personas es útil hablar con un amigo, un familiar, un consejero u otra persona de confianza en su vida. Además, hay recursos disponibles en Internet que pueden ayudar. Consulta a nuestros socios afiliados en Fortify para obtener apoyo basado en la ciencia para la recuperación duradera de la conducta sexual compulsiva.
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